La seguridad privada de Barajas se queda desierta y Aena obliga a continuar a la ONCE

Aena no ha conseguido ni una sola candidatura para gestionar los filtros del aeropuerto. Ilunion, la empresa del Grupo ONCE, se verá obligada a seguir con este servicio pese a querer abandonarlo

Aena sacó a concurso el pasado 24 de septiembre la seguridad de sus 42 aeropuertos hasta 2022. La mayor licitación en España del sector con un valor de 299 millones de euros. De los 13 lotes en los que se divide, la ‘joya’ es la inspección de pasajeros Madrid-Barajas con un valor de 56,8 millones de euros. Una cuantía que no ha sido atractiva para las empresas de seguridad, ya que el servicio de ‘filtros’ del aeropuerto madrileño ha quedado desierto en este concurso. 

Un servicio que ha gestionado en los dos últimos años Ilunion, la empresa de seguridad del Grupo ONCE. Esta empresa no ha querido continuar ejerciendo este servicio pero, tal y como le compromete su contrato, deberá seguir gestionándolo durante los próximos seis meses al haber quedado desierta la licitación. Ni Aena ni Ilunión han querido comentar este escenario ante la pregunta de Vozpópuli

Según explican fuentes del sector, los motivos por los que este contrato no ha conquistado a ninguna empresa, pese a ser de 56,8 millones en tiempos de coronavirus, son que las condiciones son abusivas, las sanciones durante la gestión de este servicio son muy elevadas y el precio no es competitivo. Tal y como publicó este medio, Ilunion declaró en sus últimas cuentas que este contrato le resulta deficitario. 

Este escenario es lo que ha espantado a los grandes contratistas de seguridad del sector. Empresas como Eulen, Securitas, Clece o Prosegur no han acudido a la llamada del gestor aeroportuario pese a ser el mayor contrato de seguridad que se reparte en todo el país. Precisamente, al igual que le ha sucedido a Ilunion, Prosegur ha tenido que asumir el contrato del Aeropuerto de Tenerife en los dos últimos años por quedar desierto. 

Miedo laboral

«Reducir costes de seguridad a toda costa tiene su ‘factura’, ajustar los precios previstos en los pliegos de contratación se ha convertido en el principal mecanismo de la compañía para adjudicar la prestación de sus servicios», denuncia Alberto García, responsable de comunicación del sindicato Alternativa Sindical.

Este sindicato reclama desde hace tiempo que Aena reconsidere la política de adjudicación para la viabilidad del servicio y los más de 1.300 vigilantes que hay en nómina en Barajas y el Prat. «De lo contrario se auguran más problemas sociales y laborales en un servicio ya de por sí conflictivo», matizan estos representantes de los vigilantes de la red aeroportuaria. 

Desde UGT también se denunciala cláusula recogida en los pliegos que permite la suspensión total o parcial del servicio, de forma unilateral por parte de Aena, lo que pone claramente “en riesgo el mantenimiento de miles de puestos de trabajo, así como los derechos y las condiciones laborales de un colectivo de trabajadores y trabajadoras que tiene la consideración de servicio esencial”.

Factor coronavirus

Además de los problemas habituales de rentabilidad, la licitación de este año venía marcada por ‘el factor coronavirus’. «La plantillas están en ERTE, hay que gestionar problemas sanitarios con esta crisis y la escasez de pasajeros provoca que muchos de los vigilantes actuales no sean necesarios», relatan desde el sector. 

Fuente: Vozpopuli